Mama Antula fue Canonizada

Mama Antula fue Canonizada

Han Pasado más de dos siglos desde su muerte en 1799. Pero este domingo, María Antonia de San José de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula y nacida en Santiago del Estero, fue consagrada santa de la Iglesia católica por el Papa Francisco, en una ceremonia realizada en la basílica de San Pedro.

Se trata de la primera santa argentina, aunque el país contaba ya con otros santos , entre ellos el enfermero Artémides Zatti y el Cura Brochero, ambos canonizados por Francisco en 2022 y 2016 respectivamente. Y también varios beatos que todavía no han cumplido el completo recorrido para adquirir la santidad, como el Obispo Enrique Angelelli, asesinado por la dictadura en 1976, el joven mapuche Ceferino Namuncurá y el fraile Mamerto Esquiu, entre otros.

En la homilía Francisco hizo referencia a actitudes en la vida similares a la lepra, la enfermedad tremendamente contagiosa y mortal que mató a millones de personas, sobre todo en la antiguedad y el medioevo, en todo el mundo. “Miedo, prejuicio y falsa religiosidad son tres causas de una gran injusticia, son ‘tres lepras del alma’. Cuando tomamos distancia de los demás para centrarnos en nosotros mismos, cuando reducimos el mundo a nuestro ‘estar bien’, cuando creemos que el problema son siempre los demás, en estos casos hay que tener cuidado porque el diagnóstico es claro: lepra del alma, una enfermedad que nos hace insensible al amor, a la compasión, que nos destruye por las “gangrenas” del egoísmo, de los prejuicios, de la indiferencia y la intolerancia”. ¿Cual es la cura? “Amar a Dios y entregarse al prójimo sin miedos ni prejuicios”, tal como hizo la nueva santa argentina, Mama Antula.

“Mama Antula recorrió miles de kilómetros atravesando desiertos y caminos peligrosos para llevar a Dios. Hoy es para nosotros un modelo de fervor y audacia apostólica”, añadió Francisco que recordó además que cuando los jesuitas fueron expulsados del virreinato, “se encendió en ella una llama misionera basada en la confianza, la providencia y la perseverancia”. (Pag12)

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